Carmen y su madre conviven con un monstruo; un dragón que saca las garras y te araña, que echa fuego por la boca y te quema.
A ambas les gustaría salir de su castillo: la pequeña porque quiere estudiar Bellas Artes, y Melisa para volver a respirar sin temblar y escuchar la risa de su hija.
Pero ¿acaso existe un mundo en el que puedan estar juntas y despertar cada mañana sin colores en la piel?